La gente me para por la calle y me pregunta ¿qué signífica Lapizlásuli? Yo, con la idea de que la obra de arte se completa con la interpretación del público (y por tanto con cierto esfuerzo), me niego a responder y balbuceo alguna excusa. Pero, como últimamente no le temo a la contradicción; y sé que estamos muchas veces gobernados por pensamientos contrarios a nuestra conciencia, hoy voy a explicar su significado como un mago que revela sus trucos. Espero que por ello no se rompa el hechizo que me hace llamarles su atención.
El tema Nº 5 que integra mi último álbum lleva el nombre de una gema muy apreciada en joyería desde la antigüedad, y que actualmente se extrae en Afganistán y Chile. Tiene un peso específico de 2,4 y dureza de 5,5 en la escala de Mohs. Brillo vítreo y fractura concoidea. No es atacable por el ácido clorhídrico, hecho que facilita su diferenciación de otras rocas como la azurita que "efervesce" al reaccionar con ácido clorhídrico diluido (10%).
Prácticamente todo el lapislázuli utilizado en la antigüedad en Eurasia se obtenía de minas situadas en las montañas de Afganistán, las cuales todavía son explotadas con procedimientos muy similares a los utilizados hace miles de años. En América, los incas y otras culturas precolombinas explotaron hace más de 8.000 años yacimientos en las serranías del Perú, utilizándolo en máscaras y ornamentación.
Actualmente en el mundo existen sólo dos yacimientos donde es posible encontrar esta hermosa piedra: se trata de una mina ubicada en Afganistán, y otra, la más grande, que se encuentra en Chile. Es el yacimiento Flor de los Andes, el cual se ubica a 3.600 metros de altura, en la cordillera de Ovalle. Este yacimiento fue encontrado a mediados del siglo pasado, y el descubrimiento de una piedra en forma de punta de flecha construida en lapislázuli en las cercanías de este lugar ayudó a descubrir en 1921 que esta roca era probablemente conocida en los tiempos prehistóricos de América por los diaguitas.
El polvo del mineral, la azurita o lazurita, proporcionaba un pigmento azul, muy buscado entre los grandes pintores en la Europa del Renacimiento, y en América por los pintores de la conocida escuela cuzqueña, por su estabilidad y permanencia de color. Leonardo da Vinci, Alberto Durero y Fra Angélico fueron algunos de los ilustres pintores que le dieron vida, llegando a denominar al polvo de lapislázuli como «oro azul». En aquella época, su precio superaba en más de cuatro veces el precio del oro, y fue usado en la decoración de muebles para conferirles valor, algunos de los cuales pueden observarse en grandes museos de Europa como El Prado (Madrid, España), el Castillo Sforzesco (Milán, Italia), o el Louvre (París, Francia), así como en colecciones privadas.
En la actualidad se sigue empleando en la creación de joyería especialmente en Chile y en Perú, las cuales se exportan en grandes cantidades a Europa y Estados Unidos.
Su color azul se consideraba símbolo de pureza, salud, suerte y nobleza, lo que motivó que fuera utilizado por egipcios, babilonios, y asirios, para aderezos y máscaras funerarias. Los reyes de Francia de los siglos XII-XIII fueron los primeros en poner en moda vestimentas teñidas en color azul, extraido de esta piedra, que acabó pasando a la cultura y pintura de los siglos posteriores. También su color azul la hace una de las piedras más bellas del mundo.